Pues hoy me han venido a la cabeza las posibilidades de revestir con madera suelos, paredes y techos, material del que soy fan junto con la piedra natural. Cuando uno piensa en los frisos de madera para revestir paredes se imagina los típicos de lamas de madera de unos 10 cm de anchura por 1 m de altura más o menos, que se colocan muchas veces para aislar y proteger del calor, frio y humedad y otras veces para dar un toque más cálido a las habitaciones.
Pero hoy voy a hablar de unos frisos diferentes para la decoración de paredes que descubrí hace un tiempo, son de madera maciza hechos a mano con motivos relacionados con animales y flores de montaña, de la casa francesa Les Sculpteurs du Lac. Me encantan, son preciosos y muy “Heidi”.
En los dormitorios pueden ponerse a modo de cabecero de cama o en un lateral de la misma. Siempre hay que elegir la pared de la habitación que se vea más cuando tú entres en ella, porque así el friso destacará y no pasará desapercibido, como éste colocado en una habitación infantil con motivos de vacas y abetos.
En cocinas u otras estancias, si tenemos vigas de madera en el techo, colocados bajo éstas, como si de una prolongación se tratara.
De la misma casa hay también unos que llevan los motivos de madera en relieve y otros pintados a mano encima de un friso de madera lisa, como éstos:
Les Sculpteurs du Lac
Les Sculpteurs du Lac
En los pasillos a la altura de nuestras manos, para de alguna manera marcar visualmente un punto de apoyo como si hubiese un pasamanos ficticio.
Este que lleva tallada la flor Edelweiss se colocó en la zona de la mesa del comedor, para proteger la pared de los roces de las sillas y al mismo tiempo adornarla ligeramente.
Fotografías: Les Sculpteurs du Lac y Esther Rubio