Para mí cada día las paredes me parecen más inútiles, ojo, si en esa vivienda vamos a vivir solos, en pareja o con hijos; excepto si vas a vivir en un piso compartido con estudiantes, a los que en la mayoría de veces al principio no conoces de nada, entonces no, lo del loft no es una buena idea, ahí sí son útiles las paredes, pues si no la falta de privacidad se nota para estudiar, dormir, ponerse enfermo, tele, música, conversaciones de teléfono, visitas…
Aunque vivir en un hogar sin paredes al principio nos puede costar asimilar, (porque sí, porque hemos crecido en casas con tabiques y puertas, cocina, salita, comedor, habitaciones, todo separado), a la larga vivir en un loft hará que el espacio en nuestra cabeza se multiplique. Ya sean pequeños, grandes, sencillos, modernos, los lofts son ambientes consagrados al ocio, flexibles y polivalentes.
My house Idea
El origen del loft se encuentra alrededor de 1950 en la ciudad de Nueva York, principalmente en el barrio del Soho, donde artistas y estudiantes alquilaban antiguas industrias, una alternativa más económica a las viviendas, y las transformaban en espacios para restaurantes, tiendas, estudios y galerías de arte; de ahí la característica principal de un loft, el estilo industrial. Luego, fueron adquiriendo un sentido más doméstico hasta convertirse en viviendas, la mayoría de lujo, ya se sabe, a mayor tamaño, mayor inversión, aunque yo pienso que el tamaño no debe ser nunca un problema, sino un reto de diseño.
En cuanto a la decoración para conseguir un estilo loft, lo mejor es colocar muebles funcionales sin sobrecargar demasiado, mezclando el confort de lo moderno con la nostalgia de lo antiguo, no rebajar ni 1 mm. los techos y pintar con colores claros y neutros, todo para crear una sensación de amplitud.
Jay Mantri
Así, podemos reciclar nuestra vivienda habitual conservando y respetando los muros que nos separan de la calle, y con mobiliario simple “enmarcar” las zonas diurnas y nocturnas. Si además tenemos la suerte de disponer de escaleras, éstas nos permitirán un reparto interesante de ambientes y una separación visual de los espacios, y si con el tiempo acabamos pensando que el loft soñado se ha convertido en el maldito loft, siempre nos quedará el poder construir tabiques o paneles correderos de nuevo. No hay que temer a los cambios.
Jay Mantri
Créditos fotografía portada: R3 Studio